La lactoferrina es una glicoproteína que pertenece a la familia de las transferrinas. Es uno de los factores más importantes de la inmunidad natural y se encuentra en el calostro, la leche materna y otras secreciones.
La lactoferrina tiene sólidas propiedades antibacterianas como:
- Bacteriostático: como agente bacteriostático, frena la proliferación de
microorganismos privándolos de un elemento esencial para su crecimiento: Fe3 +;
- Bactericida: la lactoferrina daña las capas externas de la membrana celular de
algunas especies de bacterias gram-negativas y se une al lipopolisacárido A, lo que aumenta
la permeabilidad de la membrana y la lisis de las bacterias.
está relacionada con su capacidad de estimular las defensas inmunitarias del cuerpo, aumentando su capacidad para prevenir y combatir las infecciones microbianas.
Con una composición química bastante diferente a la de la leche, el calostro es la forma que tiene el cuerpo de suministrar inmunoglobulinas y otras sustancias (incluida la lactoferrina) a los bebés de forma natural. Se absorben dentro de las 24 horas posteriores al nacimiento, momento en el que el intestino del recién nacido aún no está maduro. Es precisamente en esta fase no selectiva donde los enterocitos absorben moléculas de diversos tamaños, incluida la lactoferrina. La absorción es máxima durante las primeras 4 horas después del nacimiento, después la absorción desciende tras 12 horas. En la leche materna, la lactoferrina está envuelta en una composición principalmente lipídica, que la protege de los ataques gastrointestinales enzimáticos que se originan en el tracto gastrointestinal del recién nacido. Como glicoproteína, la lactoferrina desempeña una serie de funciones importantes en el cuerpo, y sus amplios efectos inmunomoduladores, antimicrobianos, antiinflamatorios y antioxidantes han sido bien documentados.
La lactoferrina es un antioxidante natural que juega un papel importante en la defensa del cuerpo a la inflamación. Su actividad antiinflamatoria se lleva a cabo mediante la regulación de la producción de citoquinas. Además, la lactoferrina se une al hierro libre generado por la destrucción celular bloqueando la generación de especies reactivas de oxígeno y, minimizando la inflamación producida por los radicales libres. Estas acciones se han probado principalmente in vitro, en parte porque la lactoferrina consumida por vía oral es desnaturalizada por la barrera intestinal y apenas es absorbida por el cuerpo (aproximadamente 1% de absorción). Basándose en esa premisa, TDC ha ideado un sistema de protección y encapsulación de proteínas utilizando liposomas.
La lactoferrina se une fácilmente al hierro, un elemento que los tumores y patógenos
necesitan para crecer y desarrollarse. Al unirse al hierro, la lactoferrina mejora
su absorción por el intestino (y por lo tanto el cuerpo), mientras que también priva
a las células dañinas de este recurso esencial.
Inmediatamente después del parto, la concentración de lactoferrina en el calostro de
una mujer (leche materna en los primeros días postparto) es bastante alta. La
función de la lactoferrina en la leche materna es optimizar la absorción de hierro
en el cuerpo del niño, entre un 30% y un 70% gracias a la glicoproteína.
En comparación, el hierro de la leche de vaca se absorbe
a una tasa máxima de 5% o 10%.